El día en que llovió piedra y ceniza

11 de marzo de 2020 | Manila, Filipinas | ADRA Canada News.

Situado a solamente 50 kilómetros al sur de Manila, la ciudad capital de Filipinas, el volcán Taal es el segundo más activo en ese país.

El domingo 12 de enero de 2010, el volcán Taal comenzó de pronto a hacer erupción. Los sismólogos en Filipinas dijeron que la velocidad con que escaló la actividad volcánica de dicho volcán, los tomó por sorpresa.

Durante toda la noche llovieron cenizas sobre las provincias aledañas, lo cual trajo como resultado caminos resbalosos y sucios parabrisas, los que a su vez produjeron múltiples accidentes. En los días siguientes fueron evacuadas de sus casas las personas que vivían a un radio de 14 kilómetros de distancia del cráter del volcán.

Nadelia laboraba como trabajadora doméstica en una casa cercana al volcán cuando este comenzó a hacer erupción. Alrededor de las 3:00 p.m., sus empleadores le dijeron que las autoridades habían anunciado el aumento del nivel de amenaza y que era tiempo de que se pusiera en contacto con su familia y de hacer arreglos para salir de la zona de peligro.

Personas forzadas a salir de sus casas por la erupción del volcán, se sienten agradecidas por la ayuda proporcionada por ADRA. [Imagen: ADRA Canada]

Eran las 5:00 p.m. cuando su esposo y sus hijos llegaron en su “triciclo” (un típico vehículo usado en Filipinas en el que se adosa un carrito a un lado o a la parte trasera de una motocicleta). La familia se quedó atrapada en un embotellamiento vehicular con otros carros y triciclos que trataban desesperadamente de evacuar la zona. Llovían sobre ellos piedras y lodo procedentes del volcán. Alrededor de las 6:30 p.m., se anunció por la radio que se había llegado al nivel 4 de amenaza, por lo cual decidieron salir de la carretera y buscar un refugio. Afortunadamente, un amigo de la familia vivía cerca de ahí.

“No pude dormir en toda esa noche. Las cenizas y piedras del volcán golpeaban el techo y el suelo no dejaba de temblar. Durante toda la noche yo solamente oraba porque el techo se mantuviera en su lugar y que no nos pasara nada. No había suministro de energía eléctrica y no pudimos ver nada durante toda la noche. Solamente pudimos ver la extensión total del daño causado hasta la mañana siguiente en que salió el sol. ¡Todo estaba cubierto de lodo y cenizas! La carretera, los árboles, las casas, las plantas —todo absolutamente.

“Tratamos de hacer lo mejor que pudimos para limpiar la zona alrededor de la casa. Después de pasadas algunas horas, desenterramos nuestro triciclo, nos dispusimos a salir y nos encaminamos a tratar de encontrar un centro de evacuación. El amigo que nos había alojado durante la noche se unió a nosotros.

“No habíamos avanzado mucho cuando nos encontramos con el personal militar que nos indicó que nos dirigiéramos hacia la ciudad de Tanauan, a unos 15 kilómetros de donde nos encontrábamos. En ese lugar estaríamos seguros, fuera de la zona de peligro y podríamos buscar refugio en un centro de evacuación hasta que el nivel de alerta descendiera lo suficiente. Nos llevó varias horas llegar hasta ese sitio a través de todo el lodo y los escombros en la carretera, pero finalmente pusimos llegar al Old City Hall en Tanauan. ¡Nos sentíamos extremadamente agradecidos de poder haber llegado a este refugio sin haber sufrido ningún percance o pérdida de la vida!”

Personal ADRA en Filipinas y voluntarios de respuesta en caso de emergencia, de la comunidad adventista local, se reúnen para una fotografía de grupo al asistir a personas forzadas a salir de sus casas por causa de la erupción del volcán Taal. [Imagen: ADRA Canada].

Las oficinas de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Filipinas, están situadas cerca del volcán, pero a 14 kilómetros fuera de la zona de evacuación. El personal de ADRA trabajó en conjunto con la Misión Adventista Cavite, la Asociación Luzon Central-Sur Adventista del Séptimo Día y varias agencias gubernamentales, en la planificación de su respuesta a este incidente.

Durante las siguientes semanas, la agencia ADRA proveyó cama y equipamiento para dormir a 1,192 de las familias que se alojaron en los centros de evacuación, así como ayuda monetaria de 1,500 a 2,250 pesos (aproximadamente entre US$ 29.50 a $43.25) a las familias afectadas, a fin de que pudieran suplir sus necesidades inmediatas. Adicionalmente se distribuyeron miles de máscaras entre las personas de esa zona.

El apoyo al fondo de ayuda en caso de emergencia de ADRA, le permite a esta agencia ayudar rápidamente a familias como la de Nadelia durante tiempos de crisis.

La original version (versión original) de esta noticia se publicó en el news site (sitio de noticias) de ADRA Canadá.

 

Fuente: https://www.interamerica.org/es/2020/03/el-dia-en-que-llovio-piedra-y-ceniza/.

 

 

 

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